Cuando tienes un perro o un gato, agarras su bolso de viaje, su comida y juguetes y te los llevas contigo (excepto que te vayas con Curro al Caribe); pero cuando tienes un acuario... está complicado :D
Por eso decidimos comprar un alimentador automático, y sinceramente ha sido lo mejor que hemos podido hacer.
La comida de fondo ya hemos experimientado que es una porquería, pone el agua fatal y no comen bien, además los caracolitos se pegan a ella como lapas. Por tanto, solución: alimentador automático programado dos veces al día y todos contentos.
Al principio, los peces no llevaban muy bien que pasara por su lado y no los alimentara, pero esto es como el perro de Paulov, enseguida se han acostumbrado al sonido de la rueda del alimentador y se ponen todos debajo (pleco incluido, ya os contaré) a ver qué manjar les cae (a quién se le ocurrió tan incierta frase de "Tienes menos memoria que un pez"!!).
Para los cambios de agua pues como siempre, el agua dejada en cubos preparada y una vez a la semana a echarles un ojito y ponerlos frescos.
Por eso decidimos comprar un alimentador automático, y sinceramente ha sido lo mejor que hemos podido hacer.
La comida de fondo ya hemos experimientado que es una porquería, pone el agua fatal y no comen bien, además los caracolitos se pegan a ella como lapas. Por tanto, solución: alimentador automático programado dos veces al día y todos contentos.
Al principio, los peces no llevaban muy bien que pasara por su lado y no los alimentara, pero esto es como el perro de Paulov, enseguida se han acostumbrado al sonido de la rueda del alimentador y se ponen todos debajo (pleco incluido, ya os contaré) a ver qué manjar les cae (a quién se le ocurrió tan incierta frase de "Tienes menos memoria que un pez"!!).
Para los cambios de agua pues como siempre, el agua dejada en cubos preparada y una vez a la semana a echarles un ojito y ponerlos frescos.
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